En 1998, Utah se convirtió en uno de los primeros estados de la nación en exigir la detección de la pérdida auditiva en los bebés. A lo largo de los años, esta práctica ha marcado una enorme diferencia en el desarrollo de cientos de bebés recién nacidos.

Para realizar la prueba, se inserta una pequeña sonda en el oído del bebé. La sonda contiene un emisor de sonido y un micrófono. El emisor crea un sonido de clic que resuena en el tímpano. El micrófono registra los ecos y envía los resultados a la máquina que indica si el bebé pasa o no pasa la prueba.

“Incluso los bebés sordos balbucean y arrullan durante unos 6 meses, por lo que es difícil determinar si un niño puede oír durante esa etapa”, dice la Dra. Christine Osborne.

El Dr. Osborne encabeza el equipo de técnicos y enfermeras que examinan a todos los recién nacidos en el Hospital Regional de Timpanogos. Ella dice que la pérdida auditiva puede afectar el desarrollo del habla y el lenguaje de un niño, así como su desarrollo social, emocional y educativo. Detectar un problema temprano y recibir un tratamiento rápido son las claves para prevenir esas consecuencias. Las causas varían desde factores genéticos hasta infecciones en la madre durante el embarazo o algo tan simple como líquido en el oído.

Independientemente de la causa, es importante recibir tratamiento para la afección de inmediato. Las opciones de tratamiento incluyen audífonos o, en el caso de una pérdida auditiva de severa a profunda, se puede indicar un implante coclear más adelante. Un audífono es lo primero que se le coloca al niño. Osborne dice que la pérdida de audición no es la crisis que solía ser debido a los programas que promueven la identificación e intervención tempranas.

“Cuando empecé hace 10 años, si teníamos los audífonos puestos a los 8 meses, lo estábamos haciendo bien. Pero ahora les estamos poniendo audífonos a los niños de 3 o 4 meses, ¡eso es increíble! ¡Y los implantes cocleares a los 6 meses! Entonces tienen una audición normal, funcionan normalmente en el aula y eso sí afecta su bienestar emocional y social. No hay duda de ello."

En 2007, 82 bebés de Utah fueron diagnosticados con pérdida auditiva.

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