El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) es una preocupación muy real para los padres. Desde la campaña para dormir boca arriba a principios de los 90, hemos visto una disminución significativa en el número de muertes por SMSL o muerte infantil súbita e inesperada (SUIDS). Sin embargo, todavía hay alrededor de 3,500 muertes por año en los Estados Unidos.

La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) actualizó sus pautas y reevaluó recomendaciones anteriores basadas en numerosos estudios e investigaciones exhaustivas.

Compartir habitación

Las pautas principales son en su mayoría las mismas con el mayor cambio en el área de habitación compartida:

  • Coloque al bebé boca arriba sobre una superficie firme para dormir, como una cuna o moisés, con una sábana ajustada.
  • Evite el uso de ropa de cama blanda, incluidos protectores de cuna, mantas, almohadas y juguetes blandos. La cuna debe estar desnuda
  • Comparta un dormitorio con los padres, pero no la misma superficie para dormir, preferiblemente hasta que el bebé cumpla 1 año, pero al menos durante los primeros seis meses. Compartir habitación reduce el riesgo de SMSL hasta en un 50 por ciento.
  • Evite la exposición del bebé al humo, el alcohol y las drogas ilícitas.

Piel con piel y alimentación de su bebé

Se recomienda piel con piel inmediatamente después del nacimiento durante al menos una hora.

La piel con piel debe realizarse independientemente del método de alimentación o parto y tan pronto como la madre esté médicamente estable y despierta.

También se recomienda la lactancia materna como protección adicional contra el SMSL.

Después de la alimentación, la AAP alienta a los padres a trasladar al bebé a su espacio para dormir separado, preferiblemente una cuna o moisés en el dormitorio de los padres.

Recomendaciones adicionales

Si está alimentando a su bebé y cree que puede quedarse dormido, alimente a su bebé en su cama, en lugar de hacerlo en un sofá o una silla acolchada.

Si se queda dormido, tan pronto como se despierte, lleve al bebé a su propia cama.

No debe haber almohadas, sábanas, mantas u otros elementos que puedan obstruir la respiración del bebé o causar sobrecalentamiento.