La semana pasada, los CDC informaron que un bebé contrajo una infección grave que se remonta a las píldoras de placenta consumidas por la madre. Aunque es raro tener esta reacción, no se ha establecido la seguridad de las píldoras de placenta.

Los beneficios del consumo de placenta son anecdóticos y aún no ha habido un estudio que muestre un beneficio clínicamente significativo. Las mujeres informan una disminución en la depresión posparto, más energía y un mejor estado de ánimo, pero no sabemos si esto es un efecto placebo.

Aunque este caso es el primero de esta magnitud, el procesamiento de la placenta no es un proceso regulado ni estandarizado. Las mujeres que estén considerando hacerlo deben averiguar todo lo que puedan sobre las prácticas de la persona que contrata para hacerlo. La placenta es un órgano filtrante y es necesario considerar su propia salud junto con las exposiciones ambientales. 

Las asociaciones de lactancia no recomiendan tomar píldoras de placenta porque potencialmente interfieren con las hormonas responsables de la producción de leche y se ha demostrado que disminuyen el suministro de leche.